La Plaza de Toros es de
propiedad privada; pertenece a la Real Maestranza de Caballería de
Ronda. Es una de las más bellas del mundo por su arquitectura y su
singular construcción. No es la más antigua, pues aunque su inauguración
oficial se realizó en 1.785, existen otras más viejas, como la Véjar que
data de 1.711. De todas formas, con su primitiva arquitectura es la
mejor conservada en el tiempo.
Próxima al famoso Puente del Tajo rondeño, se construyó la Plaza de
Toros por el mismo arquitecto (José Martín Aldehuela) que hiciera el
Puente y en la misma época. Su construcción duró varios años, desde
1.769 , fecha en que el Ayuntamiento cede el solar a la Real Maestranza
para la construcción del nuevo coso, hasta su inauguración en 1.785.
En el periodo de
construcción se pudieron celebrar corridas de toros, como la anunciada
el 11 de
mayo
de 1.784, donde ocurrió un desgraciado accidente, cuando un soldado
movió una de las columnas que provocó el derrumbe de una gran parte de
la obra, ocasionando 12 heridos graves y 10 muertos.
La fábrica fue a base de piedra extraída de la cantera de Ronda situada
en el Arroyo del Toro (interesante coincidencia) y madera de pinsapo de
la Serranía rondeña (singular y única). Su estilo es neoclásico. El
aforo es de unos 6.000 espectadores. A finales del siglo pasado
presentaba un acusado deterioro y se atajaron los desperfectos con
algunas reformas; con posterioridad, la Real Maestranza de Caballería de
Ronda, ha llevado a cabo una perfecta obra de conservación y adaptación
que, sin abandonar su primitivo diseño, es apta para la celebración de
espectáculos en la actualidad, evitando riesgos de envejecimiento y
presentando un admirable aspecto de presentación y seguridad.
La portada de cantería fue
obra de Juan Llamas, que le dio una presencia señorial. Soporta un
artístico balcón de finos hierros, trabajados en forja con motivos
taurinos. Esta portada barroca, en su primera instalación, se colocó
orientada al Puente del Tajo, pero al construirse un teatro (hoy
desaparecido) entre la Plaza y el Puente, la dejaba oculta a la vista;
por este motivo se determinó su traslado en 1923 a la calle principal,
frente a la calle de Pedro Romero, donde en la actualidad puede
contemplarse la fina obra que da acceso al interior del ruedo.
Vista de la Plaza de Toros antes de la reforma.
Las instalaciones interiores, chiqueros, patios, accesos a niveles
superiores, servicios, están en perfectas condiciones. El palco
presidencial está situado al contrario de la mayoría de las plazas; en
este caso, justo encima de la puerta de toriles. Posee un Palco Real en
el plano superior, que se alinea con el Presidencial y los toriles. Los
maestrantes conservan sus palcos para presenciar los espectáculos. El
graderío, distribuido en dos niveles superpuestos, está todo techado.
136 columnas de piedra lisa (menos dos en el Palco Real) y 68 arcos
soportan la techumbre con cubierta a dos aguas, protegida con tejas
árabes. El ruedo es de los más grandes, pues tiene un diámetro de 60
metros. Desde el callejón a las gradas se puede acceder a través de unos
recortes en la piedra, que se tapan con maderas en caso necesario;
recordemos cuando, en la antiguedad, el público entraba a sus
localidades pasando por el ruedo, donde departía hasta el comienzo de la
corrida; entonces los alguaciles despejaban el ruedo (en la actualidad
se hace el simulacro, llamado "despejo") y el público ascendía hasta las
gradas para presenciar el espectáculo.
El destino principal del coso rondeño, los espectáculos taurinos, han
sido constantes, pero, en determinadas ocasiones han tenido fines ajenos
a cometido; así, en 1.810, las tropas de Napoleón usaron la Plaza de
Toros como fortaleza, destrozando sus muros y quemando la madera de
pinsapo utilizada en la obra; entre 1.936 y 1.940, la Plaza de Toros se
destinó a fines de la contienda civil, tras la cual quedó en estado
ruinoso.
Desde su construcción, han paseado el ruedo maestrante rondeño las
figuras más importantes del toreo de todos los tiempos. Aquí han cuajado
las dos dinastías rondeñas: Romero y Ordoñez. Son tradicionales las
Corridas Goyescas que cada año, en la Feria de Pedro Romero, en
septiembre, se celebran en Ronda. La Plaza de Toros de la Real
Maestranza de Caballería es, en definitiva, una reliquia del pasado en
plena actualidad de funcionamiento a través de los siglos. |