JUAN ESCÓIQUIZ MORATA

Revisando documentos del siglo XVIII, cual es la sorpresa de encontrarme entre ellos los datos de un enterramiento efectuado en el cementerio de Ronda del año 1.820, referidos a un personaje como fue el canónigo Escóiquiz
Este sacerdote nació en Ocaña, el día 14 de julio de 1747, y falleció en Ronda, el día 20 de noviembre de 1820.
fue un escritor, preceptor y canónigo español. De padre militar al servicio del rey Carlos III, no nació en Aoiz, sino en Ocaña, provincia de Toledo, como él mismo escribe en sus memorias, el 14 de julio de 1747, villa de la que pasó a los cuatro años a la plaza de Orán comandada por su padre. Juan fue admitido como paje al servicio del rey como pago a los servicios del padre. Recibió una sólida formación académica, optando por ser religioso, aunque una vez ordenado se le entabló un proceso canónico por andar amancebado, como cuenta Godoy en sus Memorias.

Políglota y culto se dedicó a traducir obras del poeta prerromántico inglés Edward Young (Pensamientos nocturnos) y del francés Louis Cotte, entre otros. Aparte de estas traducciones es autor de algunos libros: Tratado de obligaciones del hombre y la más recordada, México conquistada. Poema heroico (1798), un poema épico culto en octavas reales que narra la hazaña de Hernán Cortés en tres volúmenes. También publicó folletos justificativos de su actitud política sobre la Conspiración de El Escorial o sobre los hechos de Bayona. Cuando cayó en desgracia publicó Apología de la Inquisición y, finalmente, Las cuarenta verdades sobre la Constitución de Cádiz, siempre siguiendo su pensamiento político ultramontano.

En 1796 fue llamado por Godoy para ocuparse de la formación del futuro Fernando VII, pensando en encontrar un hombre ilustrado pero manejable dada su humildad de trato; pero desde ese cargo dio rienda suelta a su ambición política, enfrentando al futuro Rey primero contra Godoy y, luego, contra su propio padre, el rey Carlos IV. Ocupa todo tipo de actividades del futuro Rey, llegando incluso a negociar una boda de Fernando con algún familiar de los Bonaparte. Durante la Conspiración de El Escorial en 1807 fue delatado por su propio pupilo, siendo enviado al destierro al Monasterio de San Basilio del Tardón. En el Motín de Aranjuez estuvo detrás de la manipulación de las masas y, cuando Fernando VII fue coronado, el Rey le ofreció los cargos de Inquisidor General y ministro de Gracia y Justicia, pero solo aceptó ser Consejero de Estado.

Durante el período de ocupación francesa, Escóiquiz fue a Bayona con Fernando, pero, por su carácter conspirador e intrigante, fue enviado a París por las autoridades napoleónicas; no obstante, consiguió publicar en 1813 en Bourges su traducción del Paradise Lost (El Paraíso perdido) de John Milton. De nuevo en España en ese mismo año, tuvo una fortuna desigual ya que no era provechoso para Fernando VII y, aunque ocupó algún cargo ministerial, tuvo que sufrir períodos de exilio, donde pese a estar en desgracia estuvo enviando informaciones a Fernando VII, siendo uno de los primeros realistas en conocer la trama del levantamiento de Riego, merced a sus investigaciones entre la población de la ciudad de Ronda donde fue recluido definitivamente y donde murió en 1820.
Fue director de la Biblioteca Nacional de España desde 1.814 hasta su fallecimiento.
Sus restos mortales fueron inhumados en el cementerio del Espiritu Santo, junto al templo parroquial del mismo nombre. Estos desaparecerían tras la clausura de este Campo santo acaecida el año 1.852.

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