JOSÉ BONAPARTE EN RONDA
En 1810 visita Ronda José Bonaparte.
Nunca fue un personaje especialmente bien tratado por la historia. José I, es más conocido en España por despectivos alias como Pepe Botella o Pepe Plazuelas, no era sin embargo ni alcohólico, ni tuerto ni jorobado, como le recrean los retratos orales del momento. Accedió al trono de España a instancias de su hermano, el emperador Napoleón, tras el vacío de poder y el caos dejado por la abdicación de Fernando VII, firmemente convencido de que, como ya había sucedido con la rama borbónica que sucedió a los Habsburgo, una monarquía extranjera podría dar un nuevo impulso al país. El efímero reinado del rey José I estuvo marcado por el odio de su pueblo y el menosprecio de su hermano menor, a quien él reverenciaba.
José I parte de Madrid en Enero de 1810. Le acompañan entre civiles y militares mas de 6.000 personas. Quiere conocer de primera mano todo aquello que le cuentan de Andalucía. Sus paisajes, sus leyendas y sus gentes, Desea que lo vean no como un rey invasor, sino mas bien, como alguien que les trae cultura y prosperidad, o sea, progreso.
Este viaje también significaría un antes y un después para Andalucía, pues dicho viaje, con un séquito de más de cuatrocientos altos funcionarios de la administración josefina, marcará el inicio de la imagen romántica del Sur de la Península. Las ciudades de Córdoba, Sevilla, Jerez, El Puerto de Santa María, Chiclana, Rota, Sanlúcar, Arcos, Ronda, Málaga, Antequera, Granada, Martos y Jaén recibirán al nuevo rey con un auténtico clamor popular, nunca antes suscitado en torno a su figura que contrasta, sin embargo, con la imagen negativa del monarca que ha llegado hasta nuestros días.
Tras una penosa marcha, llegaron a la ciudad del Tajo, un 28 de febrero, estableciendo allí su cuartel general.
. Al igual que en otras ciudades, el rey Intruso llegaba escoltado por la Guardia real y la de Honor de Sevilla. Una diputación del Ayuntamiento salió a recibir a la real comitiva y a ofrecer los primeros homenajes institucionales. El Municipio, presidido
por el Corregidor, junto con el clero, los regidores, una representación militar y los prohombres rondeños, rindió la pleitesía acostumbrada. Una vez en la Casa Consistorial, las autoridades prestaron el juramento de fidelidad y obediencia a José bonaparte, a la Constitución y a las Leyes. Las calles se engalanaron para tal recibimiento y los balcones amanecieron adornados con ricas colgaduras. Los vecinos se agolparon ante la comitiva real para manifestar su adhesión entre vivas y aclamaciones.
La real Maestranza invitó al monarca a presenciar una corrida de toros en el coso rondeño, pero como este accedió al trono de manera irregular y en consecuencia en total desacuerdo con los maestrantes, estos, la noche anterior al evento, desmantelaron totalmente el palco real aduciendo que se hallaba en obras, obligando por tanto a D, José I a presenciar la corrida en un palco sin distinción alguna a su regia persona.
El rey José I, acompañado por su séquito, permaneció en Ronda tres días- 28 de febrero, 1 y 2 de marzo,, alojado en la mansión de José de Moctezuma y Rojas, antiguo brigadier y Teniente hermano mayor de la Real Maestrazna, de casi 80 años de edad. Real hospedaje que fue recompensado posteriormente con la concesión de la orden Real de España. Esta casa palacio alberga hoy el museo Joaquín Peinado y el Conservatorio Ramón Corrales.
Durante su estancia en Ronda, José I mantuvo audiencias con las corporaciones locales -Municipio, Maestranza y clero- y asistió a funciones religiosas en la parroquia de Santa María la Mayor.
En su rostro se reflejaba la amargura de no haber podido hacer efectivo sus buenos deseos de congraciarse con el pueblo español y de aplicar las reformas que traía en su programa.
Incluso algunos de sus más acérrimos enemigos, como fue el conde de Toreno, reconocen en José bonaparte un trato agradable y una cierta bondad en sus actitudes. Era, además, aficionado a los clásicos
A pesar de las críticas y la animadversión hacia su persona, salvó muchas vidas y evitó muchas desgracias en Ronda. Gracias a su intervención, se indultó a fray Miguel González, Antonio García y a dos vecinos
de Atajate, condenados a la horca por patriotas.
D. José Bonaparte falleció el día 28 de julio de 1844 (Tenía 76 años) en Florencia, Toscana.