rabo de toro
tradicionalmente este guiso se elabora con los rabos de los toros que se lidian en las plazas de toros, comenzó hace ya muchos años en Córdoba y debido a la fama que fue adquiriendo se fue instalando en el resto de ciudades españolas, como es el caso de Ronda, ciudad taurina por antonomasia.
Este plato, está cocinado con una base de Carnes y pertenece a los platos de la cocina Tradicional. Por regla general se consume, principalmente, durante Todo el año, y se suele servir a los comensales como Primer plato.
Ingredientes
2 rabos de toro
Una carrillada
2 cebollas grandes
3 cabezas de ajo
3 tomates
2 pimientos verdes
1 pimiento rojo
½ kg de zanahorias
2 vasos de vino blanco
1 vaso de aceite de oliva
una cucharadita de pimentón dulce
una cucharadita de pimienta en grano
una hoja de laurel
azafrán en hebra y sal.
Así lo cocinamos
Ponemos aceite de oliva en una olla a presión y pochamos la cebolla y los ajos bien picados. Acto seguido incorporamos los rabos limpios y cortados en rodajas y la carrillada.
Rehogamos durante cinco minutos y añadimos los pimientos picados, las zanahorias troceadas, los tomates pelados y picados, el pimentón, la pimienta, el laurel, el azafrán en hebra y la sal.
Rehogamos durante un cuarto de hora más y agregamos el vino. Tapamos la olla para que tome presión y dejamos cocer a fuego lento durante cuarenta minutos sin destapar. Como ocurre con otras recetas de carne, debemos dejar reposar un mínimo de 2 horas antes de servir.
Podemos acompañar este rabo de toro con una buena guarnición de patatas o de verduras salteadas.
Información Nutricional
Debido a que el rabo de toro de lidia es un producto escaso y de tiempo definido, le convierte en un ingrediente muy solicitado. Por eso se suele emplear generalmente rabos de ternera, añojo o buey.
La carne de rabo de todo es especial rico en colágeno, una proteína que al cocinarse se convertirá en gelatina, con una pobre calidad proteica. El rabo de toro no contiene prácticamente hidratos de carbono y su contenido en grasa supera el 10% de su peso. La grasa saturada constituye cerca del 50% del total.
Este producto constituye una buena fuente de minerales: hierro hemo, zinc, magnesio, fósforo, potasio y selenio. Entre las vitaminas destaca las hidrosolubles del grupo B. Resulta una carne muy sabrosa, es ideal para guisos largos y caldos.