Un príncipe Almohade camina hacia Al-Ándalus y cada una de sus grandes ciudades salen a su encuentro, para reivindicar el honor de que establezca su sede en ella. Habla en primer lugar la ciudad de Sevilla. ¿Por qué exageran y desbarran ,se engríen y solo saben mentir?
Córdoba la mira de reojo y comienza a decir Tenéis la pretensión del primer puesto, cuando es lo mejor y más duradero estar al lado de Dios. Porque yo tengo la casa inmaculada y noble, y el nombre en que plantó sus reales el saber, y en mi solar hay ancho campo para los hombres de más clara virtud, mal que le pese al paladín de otra causa. En mi mezquita hay testimonio de la noche del destino, y me basta la nobleza de mi valía para que nadie pueda arrancar a este alto señor de junto a mí, que no me conformare si huellan sus pies otros suelos que los mios.
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. Granada no sale de su asombro Mía es la fortaleza de quien habita en ella se siente inexpugnable ante los mismos astros bajo cuyos cimientos pasan las nubes cargadas de generosas lluvias. No hay fantasma en la noche que pueda encontrar camino hacia mi. Málaga por último replica:
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El príncipe Almohade ante tanta apostura, no sabe que solar tomar por lo que reflexiona entre sus nobles acompañantes;dice con voz segura:
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