Se llamaba José Ulloa, más conocido por
"Tragabuches". Era gitano y heredó el apodo de su
padre, al que le atribuían haberse comido un burro recién
nacido (buche) en adobo. El apellido Ulloa lo consiguió la
familia por la pragmática de Carlos III, donde se autorizaba a
los gitanos a tomar el apellido que quisieran.
José Ulloa era torero, contemporáneo de Pedro
Romero, y aunque había nacido en Arcos de la Frontera, se le
consideraba rondeño de adopción por vivir en la ciudad de
Ronda, donde estaba casado con una guapísima bailaora llamada La
Nena.
Comenzó su andadura taurina en la escuela de
torear que había organizado Pedro Romero bajo el patrocinio de
la Real Maestranza de Caballería. Era tal su figura y las
maneras de interpretar el toreo, que el maestro Romero le
adivinaba un gran porvenir con los toros, aunque, quizás por
algún resentimiento oculto de Pedro Romero contra los gitanos,
perdió su interés por el joven Tragabuches; así que continuó
las clases con José Romero (hermano de Pedro), que le enseñó
el arte de lidiar y matar los toros bravos.
Al cumplir veinte años de edad, Tragabuches
acompañó a los hermanos Gaspar y José Romero por las plazas
del sur de España, actuando como banderillero, llegando a la
categoría de sobresaliente. Fue en Salamanca, en el año 1.802,
donde Gaspar Romero le dio la alternativa, adquiriendo fama por
su forma de torear, aprendida de la escuela de los Romeros, o
Escuela Rondeña, que "es severa, sosegada y efectiva".
En el año 1.814, Málaga celebra el regreso a
España del Rey Fernando VII. Con tal motivo se organizaron tres
corridas de toros, donde actuaría José Ulloa
"Tragabuches". Para tal fin, el torero rondeño partió
a caballo hacia Málaga, pero un accidente con la caballería le
hizo interrumpir el viaje y regresar a Ronda.
Cuando Tragabuches llegó a su casa, descubrió
la infidelidad de su esposa que se encontraba con su amante, Pepe
el Listillo. Se cuenta que El Listillo se había escondido en el
interior de una tinaja, usada para guardar el agua potable de la
casa del torero, y allí mismo lo ahogó; a ella, a La Nena, la
tiró por el balcón, muriendo al romperse el cráneo contra el
empedrado de la calle.
Tragabuches, después del doble asesinato,
huyó a caballo por la Sierra de Ronda, convirtiéndose en
bandolero. Llegó a formar parte de la pandilla "Los Siete
Niños de Ecija", siendo él uno de ellos. Se sabe como
murieron los seis restantes bandoleros, pero de José Ulloa
"Tragabuches", el torero rondeño, jamás se supo su
final. |