POR ENCIMA DE LA MUERTE
Adoptar una actitud religiosa es encarar alegremente el final, la muerte. Desentenderse de la religión entraña-si se es lógico- huir del final inevitable que nos espera. Y la religión es tan consistente, tan vitalizadora  si se quiere reparar en esa ventaja. Por su propia esencia no puede importarle la muerte. Precisamente la tiene asumida como un paso hacia la vida.

De “Naturaleza, Historia, Dios”   X Zubiri
Sócrates y la sabiduría griega( VI La sabiduría como Ética)pág. 205: PENSAR Y HABLAR.
“El Solus receclo” de Descartes, ese quedar a solas consigo mismo y sus pensamientos, está doscientas leguas de Sócrates por la sencilla razón de que no ha habido ningún griego que haya tomado esa actitud mental. A donde Sócrates se retira es a su casa, a una vida semejante a la de cualquier otro, sin entregarse a las novedades de una concepción progresista de la vida , tal como se hacía en la élite ateniense, pero sin dejar impresionarse tampoco por la nueva “fuerza” del pasado. Tiene sus amigos y con ellos Habla. Para todo buen griego el hablar va unido al pensar como para el semita rezar y recitar; la oración del semita es justamente eso, oración, algo que participa siempre su “os”, su boca.
Para un griego el hablar no se da aislado del pensar: el logo es a la vez lo uno y lo otro. Entendiendo siempre el pensamiento como un diálogo silencioso, del alma consigo misma y el diálogo con los demás como un pensamiento sonoro. Sócrates es un buen heleno: piensa hablando y habla pensando. De hecho de él ha salido el diálogo como “modo de pensamiento”

SOBERBIA
La soberbia es la torpeza de los inteligentes (En el mejor de los casos)

LA HUMILDE COPLA ANDALUZA.
Tenía razón Carlos Cano. La copla andaluza es muy profunda, porque es la expresión concisa de sentimientos intensos: cuenta un drama en cuatro palabras, y además , un drama “humano “es decir del pobre humano sufriente y sufriente que se esconde bajo la costra de las categorías sociales o intelectuales – las mujeres por excelencia -. En resumen, un drama del pueblo llano, que sabe mucho de lo humano porque apenas posee otra cosa que su humildad.