MÁS DETALLES DE LA VIDA DE SAN MANUEL GONZÁLEZ
Al ampliar los datos biográficos sobre D. Manuel, hay que reseñar, que este fue el promotor de que llegase a Málaga la primera comunidad de Hermanas de la Cruz, haciendo que a falta de lugar donde morasen, que lo hiciesen en el palacio episcopal en un pabellón habilitado para acoger a las 7 hermanas que llegaron para, según sus palabras, " se atendiera a los más pobres de la ciudad".
Otro detalle a ampliar es la salida del obispo del Palacio episcopal. según la documentación consultada, lo hace acompañado de sus familiares, las Hermanas de la Cruz y algunos seglares que van con él l en aquellos trágicos sucesos que asolaron, entre otras ciudades, a Málaga en el año 1.931, viendo que el edificio estaba rodeado por un gentío exaltado hasta tal punto, que al mismo tiempo que rompía los cristales de las ventanas a pedradas, gritaba que había que dar muerte al obispo e introducían en el interior petróleo al que posteriormente prendían fuego, convirtiendo el palacio episcopal en una enorme tea. En esos instantes, los pocos moradores que quedaban dentro del edificio intentaban huir de las llamas y de ser linchados. Viendo D. Manuel que todas las puertas de acceso al edificio estaban o bloqueadas, o en llamas, optó por pasar al colegio de los maristas que se encontraba adjunto al Palacio, y al que se accedía a través de un pasadizo. Nos relatan, que la puerta de entrada casi no se utilizaba y les costó muchísimo abrirla. Una vez en el interior del colegio apagaron las luces que se habían dejado a su paso para que no pudieran seguirlos. Casi a tientas se acercaron hasta la puerta falsa del colegio, y después de descorrer los cerrojos salieron a la calle Fresca,siempre rodeados por el gentío y a continuación y por el pasaje de Álvarez caminaban sin rumbo fijo, y sin querer alojarse en casa de algún amigo para no comprometerlo, llegaron a la calle Santa maría. En ese lugar los que le acompañaban lllegaron a temer por sus vidas, aunque algunos de los manifestantes se interpusieron entre los agitadores para evitar así que agredieran al Sr. Obispo. Continuaron su deambular por la calle Pastor y a continuación pasaron por la calle Granada y entraron a la Plaza del Siglo. Allí se les acercó un joven que dirigiéndose a D. ,Manuel le preguntó si quería que avisase al sacerdote D. Antonio Ferro, y la respuesta fue afirmativa, de tal forma que al llegar a casa de este, la puerta estaba abierta y el sacerdote le esperaba. La turba se mantenía en sus trece y no cejaban en su empeño de sacar a la fuerza al obispo para "ajustar cuentas con él". En un momento determinado, una de las personas que acompaña van al hoy beato, D. Alejandro Conde, sin pensárselo dos veces, salió a la calle y arengó a los allí congregados y con mucha maña logró llevárselos de aquel lugar.
Posteriormente se pasó por casa de D. Antonio uno de los responsables del "comité" republicano. Le dijo a D.. Manuel que no se preocupara, que nada le ocurriría, pero que debía marcharse de málaga lo antes posible, pues aunque él había intervenido en auxiliar a las monjas del convento de las Esclavas y en que se estaba haciendo lo mismo con los miembros de otras congregaciones, no podía garantizar la integridad de D. Manuel mientras siguiera en la ciudad.
Nada más que hizo amanecer el obispo llamó a su amigo D. Manuel Heredia para que le alojase en su finca llamada "La vizcaina". Dos días después D. Manuel Gomzález viajaba hasta su exilio en Gibraltar.
Sabemos que nada más volver a pisar suelo español se dirigió a Ronda. Llegó de incógnito y se dio aviso al clero que no fuese a la estación a recibirlo para no levantar sospechas. En las escuelas salesianas de santa Teresa, se hallaban los sacerdotes con el sr. arcipreste, los salesianos del colegio del Sgdo. Corazón y Sta.Teresa, los arciprestes de Olvera y Yunquera, un grupo de seglares, y la familia de D. Manuel que acababan de llegar a Ronda procedentes de Sevilla, allí le dieron la bienvenida.
Al día siguiente llegó desde la capital malacitana una comisión del cabildo catedralicio para saludar al obispo y ponerse a su disposición. También un numeroso grupo de seminaristas y teólogos, organizaron una excursión hasta Ronda para pasar el día 28 de Diciembre con el obispo. Se puede decir, que durante los siete meses que permaneció en Ronda la sede episcopa; caso insólito ya que l estaba en esta ciudad y no en la capital, que suele ser lo habitual.
D. Manuel siempre estuvo arropado por los salesianos , a los que se sentía muy unido, por los sacerdotes y muy especialmente por los rondeños. Cuando paseaba por las calles departía con todos y a todos repartía su amor y su sencillez.
Hoy en el edificio que ocupara las escuelas salesianas de Santa Teresa se encuentran el conservatorio Ramón Corrales y el museo Joaquín Peinado, se alojó en un salón dormitorio denominado "el cuarto del Sr. Obispo, destinado a dar cobijo a estos ministros eclesiásticos cuando venían a Ronda de visita. Contaba con una decoración excepcional, entre la que se encontraban unos magníficos espejos (Se encuentran en el hotel Reina Victoria de Ronda ) y el techo de estilo mudéjar, entre otros.
Llegado el verano y ae marcha a Elorrio, pensando pasar unos días para después regresar a Ronda. Pero llegan hasta sus oidos la situación de inseguridad que se está viviendo en Andalucía. Marcha a San Sebastián y allí es puesto en contacto con el Nuncio el día 2 de Septiembre de 1.932, y se decide que se marche a Roma. Cosa que hace dos días después en compañía de de los prelados de Zamora, Segovia, Pamplona y de su capellán D. Fernando Díaz. Cuando regresa España pasa por Barcelona (Donde le confirman que no puede volver a Ronda), Zaragoza (7/11/ 1.932)y por último a Madrid.
Entre una de las causas que provocaron su prematura muerte está la de un fallo renal agudo. Pasó D. ,Manuel por un auténtico calvario entre análisis y medicación para intentar salvar su vida. En sus últimos días, pasaba de la conciencia al sopor constantemente, sufriendo además una fiebre muy alta.
Rodeado de amigos y familiares, miembros de las congregaciones que fundó y sacerdotes, entregó su alma a Dios el día 4 de Enero de 1.940.