La Compañía Sevillana en Ronda

LA COMPAÑÍA SEVILLANA DE ELECTRICIDAD EN RONDA

En 1905 aparece la electricidad en Ronda de la mano de la empresa de Camilo Granados García que un año después pasó a llamarse Empresa Rondeña de Electricidad. Esta primera fábrica de luz estuvo situada en el Molino de San Miguel y transportaba la electricidad hasta los actuales Jardines de Blas Infante donde una máquina de vapor y una dinamo completaban el servicio, generando la electricidad que se repartía desde allí al resto de la ciudad. La corriente que se producía era continua.
En 1926 la compañía Sevillana de Electricidad, en su política de monopolizar la producción de electricidad en el territorio entre la serranía de Ronda y Sevilla, compra la empresa rondeña. A partir de ese momento, la zona comenzó a llamarse “la Sevillana”. Poco tiempo después, la fábrica de luz resulta insuficiente para las necesidades de la ciudad y la empresa hace un estudio para buscar un emplazamiento más apropiado que permita al mismo tiempo aprovechar la fuerza del río Guadalevín a su paso por el Tajo. Se compra entonces uno de los antiguos molinos harineros, ya abandonado y se convierte en central hidroeléctrica. Hasta ella era necesario llevar el agua a través de una tubería forzada que generase el salto suficiente para poner en funcionamiento las turbinas. Para ello, se construyó una represa en el cauce del río y la balsa de derivación que se puede ver todavía desde el Puente nuevo, así como la tubería forzada que llegaba hasta el molino. Las enormes turbinas de la central debieron descargarse con cuerdas y poleas desde la parte superior del Tajo, ya que el camino de bestias era demasiado escarpado y tortuoso para el gran peso. Pocos años después Sevillana de Electricidad compra el resto de molinos del Tajo y los terrenos colindantes hasta una extensión total de 15 hectáreas. Se instala allí la nueva central hidroeléctrica hacia los años 40 del siglo XX.
Desde los miradores de la Alameda del Tajo puede verse la subestación electrica. A la entrada de esta hay una alberca en la que pueden apreciarse las iniciales "CSE", Compañía Sevillana de Electricidad.
Estas instalaciones actualmente son propiedad de ENDESA.

Desde la Plaza del Campillo o desde el barrio de San Francisco de Ronda hay caminos estrechos que conducen a las profundidades de El Tajo. Al pie de los escarpados y altos acantilados del barranco, se colocaron dos vías ferratas, que en los años 20 se utilizaron por los obreros de la Sevillana para sujetar los tajos con muros de mampostería, y así proteger los Molinos y las acequias de agua de la zona. Hoy en día, las vías ferratas son una popular atracción turística, para los aventureros que visitan Ronda.

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