LA INAUGURACIÓN DEL TEATRO ESPINEL Y D. MANUEL OLVEIRA

 
Cartel inauguración Teatro Espinel
 
Banda de música militar

 

El día 8 de Mayo de 1.909, en plena feria, se inaugura en Ronda el, tristemente desaparecido en 1.975, Teatro Espinel.
El teatro era un edificio excelente que constaba de tres plantas, modernista en su conjunto, de corte historicista, con elementos neobarrocos, neorrenacentistas y neomudéjares, siguiendo la tónica de la época.
A cada lado del vestíbulo de entrada se situaban las escaleras de acceso a los pisos superiores. Las taquillas también se hallaban en el mismo lugar, a la derecha de la gran puerta central, que daba acceso al patio de butacas. Al fondo la escena, tres palcos de platea y un proscenio a cada lado. El patio de butacas tenía forma de herradura, al igual que el balcón corrido del piso superior. En la última planta se situaban las
gradas del anfiteatro y, por último, el paraíso.
Podemos observar que este diseño respondía al esquema clásico y tradicional de los teatros, ya que con esta estructura solucionaba apropiadamente una perfecta percepción visual y acústica. Uno de los detalles de la exuberante decoración mural ostentaba motivos ornamentales, a modo de friso, que rememoraban liras clásicas, el instrumento musical de Orfeo, en plena relación con las representaciones musicales que iban a tener lugar allí.
Del Diario de la democracia, del día 15 de Mayo de aquel año, extractamos el siguiente texto:
La fecha de hoy será imborrable para Ronda, porque gracias a la poderosa iniciativa y al esfuerzo pecuniario, desinteresado, según el común sentir y hasta rumboso, a mi modesta apreciación, de algunos de nuestros convecinos, y a las singulares dotes de ingenio y maestría del joven arquitecto don Santiago Sanguinetti, Ronda cuenta con el preciosísimo coliseo, que para sí lo quisieran capitales de mucha importancia".
La inauguración del teatro coincidió con la Real Feria de Mayo de la localidad. Fue un día inolvidable para la población:

"El interior del teatro Espinel presentaba un aspecto deslumbrador la noche del 8 de los corrientes, fecha de su inauguración. Los palcos y plateas ocupados por bellísimas jóvenes y por las más distinguidas familias de la localidad; la sala de butacas, materialmente llena de público, no menos distinguido; el paraíso –mi estancia deliciosa– cuajado de personas, entre las que se destacaban muchas caras monísimas, con esa gracia y ese humor innato en nuestras mujeres altivas y bravas; la orquesta, dando al aire sus notas marciales, y el susurro acompasado de la muchedumbre y las exclamaciones de entusiasmo, de admiración, y el quedo criticar de unas y de otras, y los colores vistosos de las toilettes y los cuerpos elegantes y airosos tronchándose levemente sobre las barandillas de los palcos, y la moda imperando coqueta y desafiadora, y el ambiente cálido por las respiraciones de la muchedumbre, y la satisfacción que inundaba a torrentes las almas pueblerinas, y los gemelos que asestan por virtud de leyes físicas, miradas asaz escrutadoras, el movimiento febril y la general bulliciosa agitación, todo eso y mucho más que conservo en mi retina impresionado fuertemente, labraba en nuestras imaginaciones la presunción alentadora, de que nos encontrábamos en una capital.
Este año de 1909 está cargado de sucesos sociales y culturales. Por ejemplo, la fundación del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Ronda, o la visita del rey Alfonso XIII en marzo: Desde la llegada de S. M. el clamoreo entusiasta del pueblo fue incesante por dondequiera que atravesó.
Con el teatro, venían a consumarse los deseos de muchos años atrás. El edificio contribuía a saciar las necesidades y peticiones del numeroso público rondeño y lo que éste exigía en cuanto a espectáculos esencialmente musicales. Un público comprometido con. la música.
Pero, retomando el desarrollo del espectáculo inaugural de nuestro teatro, tenemos que añadir que encerraba también un reconocimiento y homenaje a Santiago Sanguinetti (1875-1930), el arquitecto rondeño que proyectó el edificio.
Antes de empezar el tercer acto de la zarzuela Campanone se dedicó una fuerte ovación al arquitecto por la maestría con que había rematado la obra. Con esta sencilla distinción, y antes del final de la zarzuela,
los rondeños quisieron agradecer a su conciudadano la obra maestra que legó para la ciudad.
"Don Santiago Sanguinetti, hijo de este pueblo, que cuenta ya en su carrera aciertos tan notables como el elegante y suntuoso teatro de Espinel …"
Al finalizar la obra musical, el espectáculo prosiguió, como si se quisiera perpetuar ese momento.
En el periódico La Democracia se citaba: "Y la orquesta, compuesta de muchos músicos rondeños ansiosos de aprender y estudiar, ejecutó las diversas partituras con singular cariño".
Es en esta cita histórica, donde se pone de manifiesto la existencia ia de una banda de música de Ronda.
Es obvio que no se le dio el protagonismo merecido, ni por aquel entonces, ni en estos momentos.
Todas las citas que se hacen en la actualidad sobre los orígenes de la Banda de Música Municipal de Ronda, se ciñen a finales de los años 40 del pasado siglo, y a la figura de Laureliano del real como creador de esta orquesta, olvidando, quizás por desconocimiento, que ya el año 1.909existía una banda de música dirigida por D. Manuel Olveira.
Es la única referencia que hemos encontrado; de esto se deduce que fueron los propios músicos los que escribieran en una de las vigas del teatro sus nombres junto con la fecha del grandioso suceso, quizá para plasmar a la posteridad la verdad sobre aquel solemne día 8 de mayo de 1909.
Esta inscripción salió a la luz al demoler el famoso teatro.
Texto de la inscripción
Si nos detenemos a examinar cada uno de los nombres que componían esta banda de música, comprobamos que figuran algunos muy conocidos en el mundo de la música de Ronda, con lo cual termina de corroborarse que la orquesta fue alguna agrupación que funcionaba por aquel entonces en la ciudad.
Son nombres como la del profesor de música D. Manuel Olveira Díaz, violinista , militar de carrera, director de la banda de música del Batallón de Cazadores de Chiclana y director de la Banda Municipal desde 1918 hasta su temprano fallecimiento, causado por un infarto mientras viajaba en tren de regreso a Ronda desde Málaga donde descansaba unos días acompañado de su esposa, Doña Purificación González Pérez. Este luctuoso suceso acaeció el mes de Diciembre del año 1.941.
De su vida familiar sabemos, como hemos citadoanteriormente, que su esposa fue Doña purificación González.
Fruto de su matrimonio tuvo 3 hijos. El primogénito fue Antonio (1.905/1981). Después nacería Pura (1907/1999), y por último, nacería Manuel.
Este músico, al frente de la Banda Municipal a lo largo de gran parte de su trayectoria, ofrecía conciertos en la ciudad, acompañado siempre de una gran aceptación por parte del público:
En aquella época La Banda de Música Municipal dirigida por el profesor D. Manuel Olveira, celebraba conciertos los martes y sábados en el Círculo de Artistas y también en la glorieta de la Alameda del Tajo.
Queda constancia en algunos de los documentos consultados, que tras sus interpretaciones las ovaciones eran clamorosas, y que la ciudadanía le tenía un respetuoso afecto.
Otro de los nombres que hallamos unido al de Olveira, es el de Francisco Junio, como viola segundo. Se trata de otro conocido profesor de música de la ciudad. Este profesor, que residía en la calle Marqués de Salvatierra, trabajó intensamente en los años cuarenta, para formar una cantera de músicos y poder reorganizar una buena banda de música para Ronda que, por aquellos años, había desaparecido a causa del fallecimiento de D. Manuel Olveira.
El apellido Junio queda como uno de los más representativos en el panorama musical de aquellos años.

La imagen de la izquierda es el cartel anunciador de la inauguración del Teatro Espinel.
En la imagen de la derecha está fotografiada la Banda de Música del Regimiento, en el centro de la misma aparece su director, D. Manuel Olveira Díaz.

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