Imagen antigua de la Alameda de San Carlos
Plano del trazado de esta alameda

LA ALAMEDA DEL TAJO

En la época denominada como la Ilustración, periodo que abarca desde finales del siglo XVIII y que perduraría durante el XIX, se trata de introducir la Naturaleza en el perímetro urbano. Dentro de ese periodo, es cuando se construye la Alameda del Tajo, coincidiendo también con las importantes modificaciones urbanísticas en la ciudad de Ronda a finales del siglo XVIII.

El entonces Corregidor de la ciudad D. Joaquín Varcárcel y Rico, Marqués de Pejas, fue el primero que proyectó establecer en el Mercadillo un buen paseo. Aunque, como casi siempre, se encontró con la insuficiencia de erarios públicos para la realización de este proyecto. Así que hubo de ingeniárselas para recaudar los fondos necesarios. Entonces se le ocurrió multar a todos los vecinos que se hallaran en lugares públicos y fuesen mal hablados, gritando palabrotas, frases o expresiones sacrílegas, etc.
El lugar elegido en concreto era una explanada que había delante de la iglesia y convento de los Mercedarios, y que se usaba por aquel entonces como vertedero. Una vez limpiado este espacio comenzaron las obras oportunas y la plantación de árboles y algunas plantas de jardín. Se terminaron las mismas, ya que hubo una interrupción, en el año 1806, siendo Corregidor Don Vicente Cano, de título Juez de Capa y Espada, como se les llamaban entonces a aquéllos que no eran letrados. Para el arbolado se utilizaron los chopos existentes en los alrededores. El “Chopo” es una especie muy parecida al “Álamo”, también se le conoce como Álamo Negro.

El paseo de la Alameda desde el día que se inauguró llevó el nombre de San Carlos, como la calle que iba desde la Plaza de España hasta el Convento de los Mercedarios, y consistía en un cuadrilátero de 178 metros de longitud por 77 de ancho, dividido en siete calles.

La Alameda, a lo largo de su historia, ha despertado siempre el interés de rondeños y foráneos. En los años 1860-70 se hace una reforma importante, se construyen 14 asientos de piedra y se colocan 4 fuentes, se divide la Alameda en cinco calles de árboles y se ajardinan los terrenos que la rodean y se colocan tuberías de hierro y plomo para el riego. Los destrozos causados por los vecinos y el fuerte temporal de 1880 obligaron a una reforma cuatro años más tarde, proyectándose la glorieta de la Alameda, obra del arquitecto Pedro Alonso. Se reforma la alberca de “La Glorieta” para aumentar su cabida de agua de riego, para ello transformó la forma octogonal a circular. Para el año 1895, con ocasión de la beatificación de Fray Diego José de Cádiz, se creyó conveniente hermosear la Alameda. De esta época datan las verjas de hierro fundido que cierran los jardines, así como un invernadero y la instalación de una marquesina para la reunión de una Sociedad Juvenil de la época. Los asientos de madera que antes tenía este paseo, las mandó reemplazar con otras de hierro que son las que hoy conserva (1867), el Alcalde Constitucional Don Rafael Vasco, para lo cual se utilizaron las que había en el atrio del exconvento de Descalzos.

En la época franquista se le llamó Alameda de José Antonio. Hay que destacar dos hechos históricos acaecidos en este parque: la Coronación de la Virgen de la Paz, Patrona de Ronda, en 1947 y la erección del monumento a Pedro Romero, en 1957.

Esta Alameda, única en el mundo por su situación al borde del Tajo, ha sido objeto por los Ayuntamientos de Ronda de muchas reformas y mejoras, y también, en otros periodos de su historia mas cercana, las remodelaciones fueron ub despropósito que no hicieron mas que afear nuestro parque por excelencia. Ahí queda como deslustre la "Casa de la Cultura"; feA, mal diseñadA (sirva de ejemplo el Salón de Actos, donde no se puede proyectar cine, pues las vigas que soportan la planta superior son tan voluminosas y el suelo al carecer de inclinación, lo haceninadecuado para este uso). Y en elado opuesto, otro despropósito. El teatro mumicipal Vicente Espinel. Acusticamente pésimo, y su estructura no es la adecuada para ese entorno tan clásico. Además, por si fuera poco,para su construcción se huvo de talar un cedro del Líbano centenario.
En cuanto a su diseño, la Alameda es un interesante jardín tipo árabe (o francés, también llamado mediterráneo), de los pocos que van quedando en Andalucía donde se ha impuesto la moda del jardín inglés en los que la base fundamental es el césped. Como todo buen jardín mediterráneo es de tipo geométrico, sin césped, con setos que delimitan arriates donde existen árboles, arbustos y plantas herbáceas.

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