La mina
En la garganta del tajo, justo enfrente de la salida que tiene la "casa del rey moro" hasta el río Guadalevín, se encuentra una oquedad de la que mana durante todo el año gran cantidad de agua. De este manantial, llamado popularmente "la Mina", se abasteció Ronda de tan preciado liquido durante muchos años.
Debido a la gran cantidad de agua que mana por esta abertura, nadie, ni los más atrevidos espeleólogos osaron investigar el origen de este fenómeno.
Según me comenta mi amigo José Miguel Herreros, que fue miembro de la asociación G.E.A.R. (Grupo espeleológico alpino rondeño), además de fundador del grupo espeleológico de Villacarrillo (Jaén), a mediados de los años 70 del pasado siglo, se produjo una fuerte sequía en nuestra serranía, dando lugar a que el volumen de agua que salía por la Mina se redujera notablemente.
Aprovechando esta circunstancia,se internaron por la abertura varios miembros de un grupo de buzo espeleólogos que habían llegado a Ronda, al tener noticia de la "Mina"Estuvieron en el interior poco tiempo y al salir relataron a los allí presentes lo que habían visto: Al entrar pudimos apreciar una gran sala y cuando alumbramos con nuestras lámparas de carburo hacia el fondo de la cueva, nos quedamos estupefactos. Allí, a unos metros por delante de donde nos encontrábamos, por la parte superior de aquella oquedad, surgía una gran catarata que por su parte inferior iba a dar con una sima. De la magnificencia de aquel espectáculo, que nos dio pie a no seguir adentrándonos, fue que la riada que salía por la Mina era el agua que rebosaba de la sima. Pudimos apreciar también que a los lados de esta cascada había esparcidos escombros procedentes de algunos derribos.
Así es, como muy someramente relataron estos exploradores de las profundidades su experiencia en la Mina.
En cuanto al descubrimiento de escombros, no es difícil de averiguar su procedencia, En nuestra ciudad hay a lo largo de su perímetro una gran cantidad de simas. Entre ellas podemos citar una en la calle Capitán Cortés, Cruz Verde esquina con Lauría, plaza de los Descalzos, Avenida Málaga y una de las más profundas se halla en la confluencia de la calle Ángel con. Carrera de Espinel. Durante la construcción del edificio sito en este lugar, todos los escombros procedentes del derribo fueron arrojados por la grieta que apareció bajo la vivienda. Después, antes de acometer la cimentación del nuevo edificio agregaron a la sima un emparrillado y hormigón, con lo que esta quedó sellada.
Ante esto , quedan sobre la mesa dos cuestiones. La primera es, casi de forma segura, que por el subsuelo de nuestra ciudad discurre un rió de notables dimensiones y la segunda, es que, por una o varias de estas simas se llegaría hasta el cauce de este.