Ronda misteriosa.

CASAS ENCANTADAS EN RONDA

Cuando llegan hasta nuestros oídos las noticias de algún suceso paranormal, parece ser que siempre sucede en un lugar lejano y desconocido.
Sin embargo hoy, presentamos el caso de una casa ubicada en una de las zonas más antiguas de Ronda, y que a causa de los fenómenos que allí acaecían, hicieron que sus moradores tuvieran que mudarse a otra vivienda.
A la persona que me relató estos sucesos la llamaremos María, así de esta manera preservaremos su intimidad, ya que hoy por hoy, hablar en público de estos temas puede suscitar una gran cantidad de comentarios, la mayoría, por desgracia, despectivos, burlones y algunas veces, hasta ofensivos.
Comencemos citando que el inmueble era propiedad del padre de María y que desde que lo adquieriera nadie lo habitó, ni siquiera este, pues lo hacía en otra casa.
Cuando nuestra protagonista se casa, su padre le propone que se instale con su marido en esa vivienda, pues aunque es muy antigua y demasiado espaciosa para sus necesidades,tiene como ventaja que está amueblada y le comenta que es una pena el que deje pasar esta oportunidad ya que se ahorraría el tener que comprar o alquilar un piso.
Así es como María junto con su marido se instalan en su nuevo domicilio.
sus vidas transcurren dentro de la mas absoluta normalidad. Una gran parte de las habitaciones de la casa permanecen cerradas, pues maría no las utiliza.
A los dos meses de matrimonio maría queda embarazada, y es en ese periodo de tiempo cuando sin que ella les preste mucha atención, comienzan a suceder los primeros fenómenos paranormales. Luces que se encienden y apagan sin una causa aparentemente normal, como cavles o interruptores en mal estado. Puertas o ventanas, que después de cerciorarse de que están bien cerradas aparecen abiertas. Objetos como por ejemplo unas llaves que hemos dejado en la cocina, y que cuando vamos a recogerlas ya no las encontramos en ese lugar.
Al principio todos esto sucesos se justificaban por causa de la antiguedad de la instalación eléctrica (Aunque esta fue comprobada por un profesional que no encontró ninguna anomalía ), despistes u olvidos al dejar las llaves, o ccreer que habiamos cerrado una puerta o una ventana, cuando la realidad era otra.
Todo sigue mas o menos tramquilo hasta que meses después maría da a luz a su primera hija. Mas de una noche se despierta cuando escucha a su hija llorar, pero al incorporarse en la cama ve que esta está plácidamente dormida en su cuna. Piensa en esos momentos que los sollozos de un bebé que a oído han sido fruto de su subsconciente. Unos d´´ias después, teniendo a la niña en sus brazos, vuelve a oír los llantos de un niño procedentes esta vez del piso superior. Apresuradamente suve las escaleras y se acerca temerosa hasta la puerta de una de las habitaciones, que era de la que procedían los sonidos, dió un fuerte empujón como pudo, y al entrar en ese cuarto de repente cesaron los llantos, encendió la luz y pudo comprobar atónita, que en la habitación no había nadie.
tras este suceso todo volvió a la más absoluta normalidad.
maría tuvo otra hija cuando la primogénita cumplió un año de edad.
Cuando lamayor de sus hijas cumplió los siete años todos los fenómenos volvieron de nuevo con más virulencia si cabe. la pequeña comentaba a su madre que había una niña que la observaba mientras ella jugaba, y que cuando volvía la cara para volverla a ver, había desaparecido.
más de una noche maría, acostada con sus hijas en la cama del matrimonio, escuchaba como alguien subía las escaleras y se detenía ante la puerta de su dormitorio.
Pero la gota de agua que colmó el vaso, sucedió durante una noche en la que sus hijas llorando aparecieron en el dormitorio de María balbuceando que alguien les estaba tirando de los pies. Volvió a acostar a las niñas con ella, y al rato de apagar la luz escuchó una respiración cerca de la cama,, alarmada volvió a encender la lamparilla de la mesita de noche. Ante sus ojos aparecieron dos figuras; una señora muy mayor vestida de oscuro que llevaba cogida de la mano a una niña de unos diez años.
Aprovechando que era verano, María y sus hijas envueltas con las ropas de la cama pasaron el resto de la noche en el portón de la calle, hasta que al amanecer llegó su marido, y una vez le relató lo que les había pasado, decidieron llevarse sus cosas y mudarse a otra vivienda.
Este es un resumen de lo que esta persona me relató. A juicio de cada uno queda el darle más o menos veracidad a estos fenómenos, que a veces pasan del anonimato a los medios de comunicación, haciéndonos reflexionar sobre la existencia de una "puerta" que comunica nuestro "mundo" con otro más misterioso y oculto y que coexiste con nosotros.
Hoy por hoy la vivienda en cuestión sigue vacía.

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